jueves, 24 de noviembre de 2016

"LOS SERES VIVOS Y EL MEDIO AMBIENTE"



"LOS SERES VIVOS Y EL MEDIO AMBIENTE"

 
  

Los seres vivos e inanimados interactúan en un ecosistema. Así llamamos al conjunto de interacciones que se dan entre los seres vivos y su medio natural en un territorio determinado. La ecología es el estudio de esas interacciones.
Los componentes no vivos de un ecosistema son los factores abióticos. Todos los seres vivos necesitan de esos elementos para vivir. El agua, los minerales, la luz, el aire, las precipitaciones y el suelo son algunos de ellos. Todos los organismos necesitan agua, pues sus cuerpos contienen entre un 50 y un 95 por ciento de agua. Los procesos que mantienen la vida, tales como la fotosíntesis y la respiración, sólo pueden ocurrir cuando hay agua. Los seres vivos también necesitan fósforo, calcio, hierro y otros minerales. Las plantas y algas necesitan luz para elaborar alimento. Los animales obtienen energía del oxígeno; las plantas y algas, del dióxido de carbono.
Los componentes vivos de un ecosistema (animales, plantas, hongos, protistas y bacterias) son factores bióticos. Cada organismo aporta algo a los demás. Las plantas y algas son productores porque producen oxígeno y alimento para los animales; los animales son consumidores porque comen plantas o animales que se alimentan de plantas. Los hongos y las bacterias son descomponedores de plantas o animales muertos.
Todos los organismos de la misma especie que viven en un territorio forman una población. Los científicos quieren saber cómo las distintas poblaciones interactúan (qué animales son presa de otros, cuáles se alimentan de plantas, qué insectos atacan los cultivos). También tienen que estudiar las interacciones entre esas especies. Las poblaciones que conviven en un territorio forman una comunidad.
                                             
Llamamos hábitat al medio donde vive una población. Cada especie cumple una función en su comunidad. Esa función recibe el nombre de nicho. Para delimitar el nicho de una especie se consideran muchos factores: cómo se alimenta, a quién sirve de alimento, qué medio natural necesita, cuándo está activa (de día o de noche).
El mundo cambia. Los hábitats, por lo tanto, también cambian. Un hábitat adecuado para determinado organismo puede convertirse más tarde en una amenaza. Los animales se adaptan de distintos modos a los cambios de su hábitat.

Los seres vivos e inanimados interactúan en un ecosistema. Así llamamos al conjunto de interacciones que se dan entre los seres vivos y su medio natural en un territorio determinado. La ecología es el estudio de esas interacciones.
                                       
                                                                

Los componentes no vivos de un ecosistema son los factores abióticos. Todos los seres vivos necesitan de esos elementos para vivir. El agua, los minerales, la luz, el aire, las precipitaciones y el suelo son algunos de ellos. Todos los organismos necesitan agua, pues sus cuerpos contienen entre un 50 y un 95 por ciento de agua. Los procesos que mantienen la vida, tales como la fotosíntesis y la respiración, sólo pueden ocurrir cuando hay agua. Los seres vivos también necesitan fósforo, calcio, hierro y otros minerales. Las plantas y algas necesitan luz para elaborar alimento. Los animales obtienen energía del oxígeno; las plantas y algas, del dióxido de carbono.

                                       
Los componentes vivos de un ecosistema (animales, plantas, hongos, protistas y bacterias) son factores bióticos. Cada organismo aporta algo a los demás. Las plantas y algas son productores porque producen oxígeno y alimento para los animales; los animales son consumidores porque comen plantas o animales que se alimentan de plantas. Los hongos y las bacterias son descomponedores de plantas o animales muertos.
Todos los organismos de la misma especie que viven en un territorio forman una población. Los científicos quieren saber cómo las distintas poblaciones interactúan (qué animales son presa de otros, cuáles se alimentan de plantas, qué insectos atacan los cultivos). También tienen que estudiar las interacciones entre esas especies. Las poblaciones que conviven en un territorio forman una comunidad.
Llamamos hábitat al medio donde vive una población. Cada especie cumple una función en su comunidad. Esa función recibe el nombre de nicho. Para delimitar el nicho de una especie se consideran muchos factores: cómo se alimenta, a quién sirve de alimento, qué medio natural necesita, cuándo está activa (de día o de noche).
El mundo cambia. Los hábitats, por lo tanto, también cambian. Un hábitat adecuado para determinado organismo puede convertirse más tarde en una amenaza. Los animales se adaptan de distintos modos a los cambios de su hábitat.
 



                                          



 

                                
 






Consecuencias con la falta de cuidado
 


UN VIDEO PARA ENTENDERLO MEJOR:








No hay comentarios.:

Publicar un comentario